PARA QUÉ MIRAR A LAS ESTRELLAS SI TE TENGO AQUÍ CONMIGO
Para qué mirar a las estrellas si
te tengo aquí conmigo.
Para qué desear la distancia si
te veo en mi alma.
Si caminas a mi lado y, mientras
más te sigo,
Todo mi camino se transforma en
tu calma.
Para qué desear alegrías si
contigo es suficiente,
Si me llenas de ternura cada vez
que estás presente
Y tu cuerpo se vuelve abrigo al
sentir que tengo frío
Pues se aleja el tormento cada
vez que estoy contigo.
Eres luz que enciende mi querido universo,
Ni siquiera el sol hace falta
cuando miro tu sonrisa.
Te reflejas en mi mundo cada vez
que te pienso
Y me llenas de caricia cuando llega la brisa.
Para qué desear el infinito, si
en ti encuentro, Vida,
Una vida que no se agota en la
finitud de tu portada.
Pero aunque ahora me digas que te
sientes confundida,
Mis manos calientes aun se
deslizan sobre tu espalda.
Para qué sentir dolor, si el
sufrimiento no es duradero.
Y con solo tu presencia se disuelve todo mi tormento.
Si te amo con locura, aun con mi
cuerpo siendo efímero
Este amor sobre pasa los límites del firmamento.
(Arcavava).
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